Una planta de cannabis crece sobre un tallo central alto con ramas que se forman en los nudos a lo largo del tallo. Las grandes hojas en abanico se extienden hacia fuera, mientras que las flores se desarrollan en densos racimos cubiertos de resina. Estas características crean el aspecto icónico de la planta, por lo que es fácil de reconocer si está en crecimiento temprano o cerca de la cosecha.
Ciclo de vida de una planta de marihuana
Germinación (3-10 días)
Durante la germinación, la semilla absorbe la humedad, se abre y desarrolla una raíz pivotante blanca. Esta raíz pivotante ancla la planta en el suelo. Poco después surge el primer brote diminuto, que marca el inicio del crecimiento activo y la transición hacia la fase de plántula.

Fase de plántula (2-3 semanas)
La plántula produce su primer par de hojas cotiledonares, que alimentan a la joven planta mientras se forman las primeras hojas dentadas. Las plántulas son pequeñas y delicadas, por lo que requieren condiciones estables. Unas plántulas sanas sientan las bases para un crecimiento vegetativo fuerte y una estructura vegetal adecuada más adelante.

Etapa vegetativa (3-16 semanas)
En la fase vegetativa, la planta se centra en aumentar su tamaño y estructura. El tallo se hace más grueso, las ramas se extienden y se desarrollan grandes hojas en abanico para favorecer la fotosíntesis. Esta fase determina la forma final de la planta e influye directamente en el número de yemas que se formarán durante la floración.

Fase de floración (8-11 semanas)
Cuando se expone a períodos más largos de oscuridad, el cannabis pasa a la floración. Los cogollos empiezan a formarse a lo largo de las ramas, produciendo tricomas ricos en resina y pistilos anaranjados. La planta concentra su energía en el desarrollo de las flores hasta la cosecha. El tamaño, el aroma y la densidad de los cogollos varían según la variedad y las condiciones de cultivo.

Partes de la planta de cannabis
Semillas
Las semillas de cannabis contienen el material genético combinado de una planta macho y una planta hembra. En condiciones adecuadas de humedad y temperatura, la semilla se abre y libera una raíz pivotante. Una vez plantada, esta raíz pivotante establece el inicio del sistema radicular completo que sostendrá la planta durante toda su vida.

Hojas de cotiledón
Los cotiledones son las primeras hojas que se ven tras la germinación. Pequeñas, lisas y de forma ovalada, ayudan a poner en marcha la fotosíntesis mientras se forman las primeras hojas dentadas. Su aspecto sano indica que la germinación ha sido un éxito y da a los cultivadores una señal temprana de que la joven planta ha empezado con buen pie.

Raíces
Las raíces crecen hacia abajo desde la raíz primaria y se extienden por el suelo a medida que la planta madura. Absorben agua, nutrientes y oxígeno, al tiempo que anclan firmemente la planta. Un sistema radicular fuerte y sano es esencial para un crecimiento vigoroso y puede mejorarse con aditivos orgánicos para el suelo, como las micorrizas.

Vástago
El tallo principal crece verticalmente y sostiene todas las ramas y yemas. A medida que la planta madura, el tallo se hace más grueso y rígido. Los cultivadores pueden rematar el tallo para fomentar el crecimiento lateral, ayudando a la planta a producir más zonas de floración y creando una copa más amplia.

Oficinas
Las ramas se extienden desde los nudos a lo largo del tallo. Sostienen las hojas en abanico que impulsan la fotosíntesis y los cogollos que se forman más tarde en la floración. Las técnicas de formación, como doblar o desmochar las ramas, ayudan a dar forma a la planta y maximizar el número de colas sin aumentar la altura.

Nudos e internudos
Los nudos son los puntos en los que las ramas o las hojas nacen del tallo. La distancia entre nudos, denominada longitud internodal, indica si la planta será alta y elástica o baja y compacta. La identificación temprana del espaciado entre nudos ayuda a los cultivadores a predecir la forma final de la planta.

Hojas de abanico
Las hojas en abanico son las grandes hojas icónicas que captan la luz para la fotosíntesis. Su amplia superficie permite a la planta absorber energía de forma eficaz. Las hojas de abanico suelen contener poca resina y se eliminan durante el recorte, pero son vitales para un crecimiento sano durante el desarrollo vegetativo.

Hojas de azúcar
Las hojas de azúcar son pequeñas hojas cubiertas de tricomas que crecen dentro de los cogollos. Su contenido en resina las hace valiosas para extractos, comestibles o recortes de pre-roll. Aunque no se fuman directamente como los cogollos, son una fuente importante de cannabinoides y contribuyen a la producción total de resina de la planta.

Flores (capullos)
Las flores, o cogollos, se forman sólo en las plantas femeninas y contienen los cannabinoides responsables de los efectos del cannabis. Durante la floración, los cogollos se hacen más densos y producen terpenos aromáticos. Una vez cosechados, se secan y curan para preservar la potencia, el sabor y la calidad general para el consumo.

Colas
Las colas son racimos de cogollos que se forman muy juntos en una rama. La cola principal crece en la parte superior de la planta y suele ser la más grande y resinosa. Las ramas inferiores desarrollan colas más pequeñas que contribuyen al rendimiento general pero reciben menos luz.

Brácteas y cáliz
Las brácteas protegen los órganos reproductores del interior de la flor femenina y están recubiertas de glándulas de resina. En su interior se esconde el cáliz, una capa fina y translúcida que cubre el óvulo. Aunque pequeñas, estas estructuras contienen algunas de las mayores concentraciones de cannabinoides que se encuentran en la planta.


Estigmas y pistilos
Los pistilos son las estructuras reproductoras de la flor, y los estigmas son los filamentos en forma de pelo que se extienden hacia fuera para atrapar el polen. Estos estigmas cambian de color a medida que la planta madura, pasando del blanco al amarillo, naranja o marrón. Aunque son importantes para la reproducción, contribuyen poco a la potencia general.

Tricomas
Los tricomas parecen pequeñas gotitas de cristal y producen cannabinoides y terpenos. Forman una capa escarchada sobre los cogollos y las hojas de azúcar. Su contenido en resina influye en la potencia, el sabor y el aroma, por lo que el desarrollo de los tricomas es un indicador clave de la madurez de la planta y del momento de la cosecha.

Plantas macho, hembra y hermafroditas
Plantas femeninas
Las plantas femeninas producen cogollos ricos en cannabinoides y son el objetivo principal de los cultivadores. Crean flores secretoras de resina con pistilos y tricomas. Cuando se cultivan lejos de los machos, permanecen sin semillas -conocidas como sinsemilla- y centran toda su energía en producir cogollos densos y aromáticos ideales para el consumo.

Plantas macho
Las plantas macho desarrollan sacos de polen redondos en sus nudos. Aunque no son útiles para la producción de cogollos, son esenciales para la cría porque aportan la mitad de la genética de una cepa. Sin embargo, cuando se cultivan cerca de hembras, pueden polinizarlas y provocar la formación de semillas no deseadas.

Plantas hermafroditas
Las hermafroditas contienen rasgos tanto masculinos como femeninos y pueden autopolinizarse. Esto suele ocurrir cuando una planta está estresada por factores como fugas de luz, cambios de temperatura o daños físicos. Dado que pueden sembrar un cultivo entero, los cultivadores deben eliminarlos rápidamente para evitar la polinización accidental.

