En los últimos años, el sector del cannabis ha seguido una trayectoria ascendente, y se prevé que los principales operadores estadounidenses alcancen unos ingresos de hasta 3.000 millones de dólares a finales de 2026. Sin embargo, este crecimiento se ve empañado por importantes retos financieros y normativos que amenazan la estabilidad de muchas empresas del sector.
La difícil situación financiera de las empresas cannábicas
El camino hacia el éxito de muchas empresas de cannabis pasa por navegar por una complicada red de opciones de financiación. A diferencia de otros sectores, estas empresas no tienen acceso a las fuentes tradicionales de capital, como los préstamos bancarios, debido a la normativa federal. Como resultado, a menudo dependen en gran medida de la financiación de la deuda o de la negociación de acciones para recaudar los fondos necesarios para operar y expandirse.
Financiación de deuda frente a financiación de capital
Muchos operadores de cannabis prefieren la financiación mediante deuda a la venta de acciones para evitar diluir la propiedad. La financiación mediante deuda permite a las empresas obtener capital sin renunciar al control, lo que es crucial en un sector ya lastrado por las restricciones normativas. Sin embargo, esto significa cargar con una deuda sustancial en forma de préstamo y refinanciarla continuamente a lo largo de los años.
En concreto, cinco grandes empresas declaran colectivamente más de 1.800 millones de dólares en préstamos que vencen en 2026. Las empresas han optado por esta vía a pesar de las pesadas cargas fiscales impuestas por la Sección 280E del Código de Rentas Internas, que les impide reclamar gastos empresariales estándar en sus declaraciones de impuestos federales.
El impacto de los cambios normativos
El panorama político desempeña un papel fundamental en la configuración de las perspectivas del sector del cannabis. Las reformas estatales y federales podrían abrir nuevos mercados y simplificar las operaciones de las empresas existentes. Entre los acontecimientos clave se encuentran las votaciones estatales a favor de la legalización y la posible reclasificación de la marihuana en la Ley de Sustancias Controladas.
Por ejemplo, trasladar el cannabis a la Lista 3 supondría un alivio de la Sección 280E, lo que permitiría a las empresas reclamar gastos esenciales en sus declaraciones de impuestos. Sin embargo, confiar únicamente en los cambios políticos se considera arriesgado. Los expertos del sector advierten de que una estrategia de «rezar y esperar» sin tener en cuenta planes de contingencia es errónea.
Casos prácticos: The Cannabist Co. y Ayr Wellness
The Cannabist Co, antes conocida como Columbia Care, es un buen ejemplo de estas dificultades financieras. Con una deuda de 50 millones de dólares que vence a principios de 2026, la empresa se enfrenta a apremiantes obligaciones agravadas por las precarias perspectivas de acontecimientos políticos como los esfuerzos de reprogramación y la votación sobre la legalización en Florida.
Un ejemplo contrastado es Ayr Wellness, que consiguió refinanciar su deuda que vencía inicialmente en 2024 mediante negociaciones estratégicas, retrasando así sus plazos. Esto indica que, aunque es un reto, es posible gestionar una deuda importante con medidas proactivas y una planificación oportuna.
Estrategias para la estabilidad financiera
Para sobrevivir y prosperar, las empresas de cannabis deben emplear estrategias sólidas que aborden los retos tanto a corto como a largo plazo. Colaborar con los acreedores para explorar enfoques alternativos y mantenerse al día de los cambios normativos son pasos fundamentales para mantener la salud financiera.
Planes de contingencia
Es esencial desarrollar planes de contingencia exhaustivos. Las empresas deben prepararse para diversos escenarios, incluida la posible no aprobación de legislación favorable o recesiones económicas imprevistas. Estos planes ayudan a garantizar que las empresas sigan siendo adaptables y resistentes.
Una comunicación eficaz con los inversores y las partes interesadas refuerza aún más la confianza y garantiza un apoyo continuado en tiempos turbulentos. La transparencia sobre la situación financiera y las orientaciones estratégicas puede marcar una diferencia significativa.
Navegar por el complejo entorno fiscal
Otro aspecto crucial es dominar el complejo panorama fiscal. Como el cannabis sigue siendo ilegal a nivel federal, navegar alrededor de la Sección 280E presenta desafíos constantes. Hasta que se produzca algún cambio legislativo, las empresas deben maximizar las deducciones y los créditos disponibles y garantizar un estricto cumplimiento de la normativa fiscal para evitar sanciones o auditorías graves.
El futuro de la industria del cannabis
El sector del cannabis se juega mucho. Con miles de millones en riesgo y numerosos obstáculos que superar, el camino a seguir exige maniobrar con cuidado en los ámbitos financiero, normativo y operativo. Las empresas deben mantenerse informadas y ágiles, gestionando eficazmente sus recursos para amortiguar las incertidumbres y aprovechar las oportunidades emergentes.
En última instancia, la resistencia del sector se pondrá a prueba en los próximos años. Que las empresas prosperen o fracasen dependerá de su capacidad para adaptarse a la evolución de las circunstancias sin dejar de centrarse estratégicamente en el crecimiento y la estabilidad a largo plazo.