Para quienes cultivan su propio cannabis al aire libre, la amenaza de las plagas puede parecer abrumadora. Desde ciervos y topos hasta babosas y pájaros, muchas criaturas encuentran un hogar en tu jardín, disfrutando de los frutos de tu trabajo. Aprender a controlar eficazmente a estos invitados no deseados es crucial para obtener una cosecha abundante. A continuación te explicamos cómo proteger tus queridas plantas con métodos prácticos e inteligentes.
El dilema de los ciervos
Los ciervos son animales majestuosos, pero pueden ser una verdadera molestia para los jardineros. Aunque suelen evitar las plantas muy perfumadas, como el cannabis, cuando escasea el alimento se alimentan de casi todo lo demás. Para mantener a raya a los ciervos hay que crear barreras físicas y elementos disuasorios que les disuadan de aventurarse cerca de tu cultivo.
Una técnica habitual es construir vallas. Una malla de alambre sujeta a postes es una opción económica, aunque carece de durabilidad en comparación con materiales más caros. Las vallas de privacidad de madera o de alambre de espino son resistentes, pero hay que asegurarse de que alcancen al menos 2 metros para evitar que los ciervos las salten. Los sprays caseros a base de ajo en polvo y pimienta de cayena son una alternativa, aunque hay que volver a aplicarlos con frecuencia para que sigan siendo eficaces.
Opciones eficaces de vallado
Crear una barrera sólida con malla metálica asequible puede ser eficaz si tienes un presupuesto ajustado. Muchos cultivadores prefieren vallas de madera o eslabones por su robustez. Recuerda que la altura es importante: al menos 2 metros para disuadir a los saltadores entusiastas. El vallado puede requerir mucho trabajo al principio, pero merece la pena el esfuerzo por la tranquilidad a largo plazo.
Problemas y soluciones de Gopher
Tanto los topos como las tuzas son mamíferos excavadores que pueden causar daños importantes a tus cultivos. Mientras que los topos sólo alteran ligeramente las raíces, las tuzas suponen una amenaza mayor, ya que pueden arrastrar plantas enteras hasta sus túneles. Proteger tu cannabis de estas molestias subterráneas requiere una intervención estratégica.
Forrar las camas con alambre para topos -un tipo de malla hexagonal robusta- puede impedir que estos bichos causen estragos. Aunque la instalación de esta malla es laboriosa, es un método muy eficaz. Alternativamente, varias marcas de trampas, como Victor Black Box y Macabee, ofrecen una eliminación selectiva, manteniendo la actividad de las ardillas bajo control.
Aprovechar a los depredadores naturales
La naturaleza puede ser su aliada en el control de plagas. Depredadores como búhos, serpientes, gatos, perros y coyotes cazan topos de forma natural, ayudando a mantener el equilibrio en el ecosistema de su jardín. Fomentar la presencia de estos animales, ya sea creando zonas de anidamiento o permitiendo el acceso de mascotas al jardín, puede reducir significativamente las poblaciones de topos sin necesidad de productos químicos.
Control de babosas y caracoles
Las babosas y los caracoles atacan sobre todo a las plantas más jóvenes y tiernas, por lo que son menos preocupantes a medida que el cannabis madura. Sin embargo, todavía pueden causar dolores de cabeza al principio de la temporada de cultivo. Existen varios métodos, tanto químicos como naturales, para mantener alejados a estos viscosos intrusos.
Una solución muy popular es Sluggo, disponible en la mayoría de los centros de jardinería. Resulta letal para babosas y caracoles y garantiza que no vuelvan. La cinta de cobre, diseñada para conmocionar a estas plagas, es una opción sin productos químicos, pero su eficacia puede variar. Los jardineros atentos obtendrán recompensas si se mantienen vigilantes y actúan con rapidez cuando aparezcan las babosas.
El atractivo de la cinta de cobre
La cinta de cobre es un repelente fascinante por su efecto electrizante sobre las babosas. Algunos juran por su eficacia, mientras que otros ven resultados mínimos. La experimentación en las condiciones específicas de tu jardín determinará si es una inversión rentable.
Compañeros felinos y otros bichos
Los gatos, aunque son excelentes para disuadir ciertas plagas, plantean retos únicos. Si utilizan el jardín como caja de arena, la salud de las plantas puede verse afectada por la atracción de parásitos. Aparte de las defensas estructurales, los ajustes de comportamiento ayudan a controlar las intrusiones felinas.
Las ardillas suelen dejar en paz el cannabis, pero causan estragos en otros lugares. Las ratas y los ratones, aunque desagradables, rara vez ponen directamente en peligro tu cannabis. Por su parte, los pájaros aportan un doble beneficio: mientras mordisquean las semillas, se dan un festín de plagas dañinas, proporcionando un control de plagas natural.
Fomentar entornos favorables a las aves
Instalar comederos o baños para pájaros anima a sus amigos emplumados a visitar su jardín. Los pájaros se alimentan de insectos que podrían dañar las plantas, por lo que son aliados inestimables en la gestión ecológica de plagas. La clave está en encontrar un equilibrio entre la protección de las semillas y el apetito de los pájaros por los insectos.
Consejos para la protección de las plantas jóvenes
Durante la fase inicial de crecimiento, tus plantas de cannabis son especialmente vulnerables a diversas plagas. Prestar una atención especial durante estas fases puede marcar la diferencia. Emplear varios métodos -desde barreras físicas hasta controles biológicos- garantiza una protección completa.
Combinar estas tácticas ayuda a mantener un jardín de cannabis exterior armonioso y productivo. Los esfuerzos invertidos en prevención se ven recompensados con una floración más sana y sin molestias, lo que se traduce en una cosecha más fructífera temporada tras temporada.