La industria del cannabis en Oregón ha evolucionado rápidamente, con cambios significativos de un año a otro. La adaptación a las variables condiciones meteorológicas y la aplicación de nuevas técnicas de cultivo son cruciales para el éxito de los cultivadores del estado. Este artículo profundiza en los enfoques innovadores adoptados por los agricultores locales, el impacto del clima en la producción de cultivos y cómo estos factores conforman la dinámica general del mercado.
La cosecha: seguimiento de las tendencias
En los últimos años, los volúmenes de cosecha de cannabis en Oregón han fluctuado. La cosecha del año pasado vio casi 5,4 millones de libras de marihuana cultivada al sol, un ligero aumento desde 2022, pero aún por debajo de los 6,4 millones de libras recolectadas en 2021, según la Comisión de Licor y Cannabis de Oregón. Hasta ahora, los cultivadores han informado de una producción de 2,3 millones de libras esta temporada, aunque aún no se han recopilado los datos completos.
La diversidad genética desempeña un papel importante en la gestión de estas fluctuaciones. Agricultores como Rhea Miller, de Millerville Farms, se centran en seleccionar variedades que sepan bien y resistan los impredecibles patrones climáticos del estado. Su granja, situada en Cave Junction, hace especial hincapié en el cultivo de variedades resistentes.
Diversidad genética y perfiles de sabor
Miller señala que la variedad genética ayuda a combatir los problemas que plantean las inclemencias del tiempo. Algunas variedades, a pesar de sus atractivas características, como la Purple Wreck -un híbrido de Purple Urkle y Trainwreck- son muy sensibles al clima de Oregón. Estas plantas requieren una gestión cuidadosa y a menudo hay que cosecharlas pronto para evitar daños por moho.
Millerville Farms ha empleado varias estrategias, incluida la duplicación de su espacio de secado a 4000 pies cuadrados desde 2018. Al llenar esta área ampliada dos veces durante la temporada de cosecha, pueden administrar su rendimiento de manera más eficiente. Este enfoque es parte de un esfuerzo más amplio para garantizar una producción de alta calidad independientemente de las presiones ambientales.
Adaptación a las condiciones meteorológicas
Este año, las condiciones relativamente secas durante la fase de trasplante han planteado retos únicos a los cultivadores de cáñamo de Oregón. Sin embargo, esto también ha brindado oportunidades para la innovación. Según Govinda Shrestha, especialista en extensión del cáñamo a nivel estatal y entomólogo de la Universidad Estatal de Oregón, se ha producido un cambio notable hacia el secado en bastidor e incluso métodos de liofilización para la extracción de CBD. Estas técnicas ayudan a mitigar los costes de mano de obra y a mantener la calidad del producto.
Además, la producción de cáñamo en flor del estado es líder a nivel nacional, lo que pone de relieve la destacada posición de Oregón en el sector. Las técnicas diversificadas de cosecha no sólo mejoran la eficiencia, sino que también aumentan la capacidad de los agricultores para hacer frente a los procesos intensivos en mano de obra tradicionalmente asociados con el secado a mano de las flores.
Técnicas de cosecha rodante
Otro método que está ganando adeptos entre los cultivadores de Oregón es la técnica de cosecha rodante. En Millerville Farms, las flores cultivadas en invernaderos con lonas opacas para controlar la exposición a la luz solar se cosechan en julio. Este método permite controlar mejor el ciclo de crecimiento, garantizando un suministro constante de cannabis de alta calidad durante toda la temporada.
Estas prácticas ilustran cómo la diversidad de estrategias y medidas de adaptación son esenciales para sortear las complejidades del cultivo de cannabis en exterior. Cada decisión relativa a la genética de las plantas, los métodos de secado y los tiempos de cosecha puede influir significativamente en el resultado global y la rentabilidad.
Retos y volatilidad del mercado
A pesar de los avances en las prácticas de cultivo, los cultivadores de cannabis de Oregón se enfrentan a notables desafíos, en particular la volatilidad del mercado. Sin una fijación de precios estándar hasta que se contabilice toda la cosecha del estado, muchos cultivadores siguen sin estar seguros de sus posibles ganancias. Obie Strickler, fundador y director ejecutivo de Grown Rogue, explica que la falta de contratos con los fabricantes añade una capa de imprevisibilidad financiera.
La mayoría de los cultivadores se preparan para varios puntos de precio, considerando 200 dólares por libra como coste de equilibrio, mientras que son optimistas sobre la posibilidad de alcanzar 400 dólares o más. Esta disparidad pone de relieve la inestabilidad económica del sector, que hace aún más crítica la planificación estratégica y las prácticas de adaptación.
Prepararse para la incertidumbre
La naturaleza volátil del mercado obliga a los agricultores a estar siempre preparados tanto para el mejor como para el peor de los escenarios. Las inversiones en infraestructuras, como el aumento de la capacidad de secado y la mejora de los protocolos de gestión de plagas, son vitales para hacer frente a cambios inesperados en la demanda y los precios.
Un enfoque proactivo de los riesgos meteorológicos incluye también la vigilancia de los incendios forestales y la respuesta a los mismos. Como menciona Rhea Miller, las temporadas de incendios menos graves benefician a los agricultores al reducir la contaminación por cenizas y la posible pérdida de cosechas. No obstante, la vigilancia continua y la preparación para una respuesta rápida son aspectos clave para el éxito del cultivo de cannabis en Oregón.
Sin atribuir conclusiones específicas, resulta evidente que la resistencia y adaptabilidad de los cultivadores de cannabis de Oregón son fundamentales para su éxito. Aprovechando diversos perfiles genéticos, aplicando técnicas innovadoras de secado y cosecha y preparándose para las incertidumbres del mercado, estos agricultores siguen siendo líderes del sector. Su capacidad para superar los retos climáticos y la volatilidad económica ilustra la naturaleza dinámica del cultivo de cannabis en la región.